Dentro de cada dueño de negocio hay un emprendedor, un directivo y un técnico librando una batalla constante por el control. Cada uno de estos roles tiene sus fortalezas, pero también sus limitaciones. Cuando no logran encontrar un equilibrio, el negocio puede caer en el caos, el estancamiento o la frustración.
Hoy exploraremos las tensiones naturales entre estos roles, cómo se manifiestan y, lo más importante, cómo resolverlas para que tu negocio prospere.
El Conflicto: Tres Roles, Tres Mundos Diferentes
1. El Emprendedor contra el Directivo: El Futuro versus el Pasado
El emprendedor es el soñador, siempre buscando nuevas oportunidades, mientras que el directivo vive en el pasado, asegurando que todo lo que se construyó permanezca intacto.
- Conflicto típico: El emprendedor quiere implementar una idea audaz, como entrar a un nuevo mercado o lanzar un producto innovador. El directivo, temeroso de los riesgos, insiste en preservar el statu quo y perfeccionar lo existente antes de avanzar.
- Ejemplo: Pedro, el experto en techado, decide expandir su negocio ofreciendo techos solares. Su lado emprendedor está emocionado por la innovación, pero el directivo en él empieza a preocuparse: “¿Tenemos los recursos? ¿Podemos manejar los riesgos?” Al final, Pedro se queda paralizado entre avanzar o mantener lo que ya tiene.
2. El Técnico contra el Emprendedor: El Presente versus el Futuro
El técnico vive en el presente, enfocado en el «cómo hacerlo». Para él, el emprendedor es una fuente de caos con sus ideas constantes.
- Conflicto típico: El emprendedor propone un nuevo proyecto que implicará más trabajo y cambios en la rutina. El técnico, sobrecargado con las tareas actuales, lo rechaza diciendo: «Eso es imposible».
- Ejemplo: Marta, la panadera, sueña con abrir una línea de productos veganos. Sin embargo, su lado técnico se frustra con la idea, ya que apenas puede mantenerse al día con los pedidos actuales. La falta de tiempo y recursos genera un conflicto interno: ¿debería perseguir la visión o concentrarse en lo que ya funciona?
3. El Directivo contra el Técnico: El Sistema versus la Individualidad
El directivo busca establecer sistemas para mantener el orden, pero el técnico, un individualista nato, se resiste a ser parte de un sistema que percibe como impersonal.
- Conflicto típico: El directivo implementa un sistema para mejorar la eficiencia, pero el técnico lo considera innecesario y complicado. El técnico dice: «Siempre hemos hecho esto de manera manual y funciona bien».
- Ejemplo: Pedro intenta usar un software de gestión de proyectos para organizar su negocio, pero su lado técnico se siente más cómodo manejando todo en papel. Esto genera resistencia y hace que el sistema fracase antes de comenzar.
Cuando los Conflictos se Escalan
Imagina que dentro de ti, el emprendedor tiene una idea revolucionaria: lanzar un nuevo servicio para captar más clientes.
- El directivo se preocupa: «Esto es demasiado riesgoso. ¿Qué pasa si no funciona?»
- El técnico se queja: «Eso solo aumentará mi carga de trabajo. Ya tengo suficiente».
En lugar de trabajar juntos, los roles entran en una guerra que deja al negocio paralizado. Este tipo de conflictos internos no solo detienen el crecimiento, sino que generan estrés y agotamiento para el dueño del negocio.
¿Cómo Resolver el Conflicto? Estrategias Prácticas
1. Autoevaluación: Reconoce tus roles predominantes
- Haz una lista de tus actividades diarias y clasifícalas según su rol: ¿Cuánto tiempo pasas soñando, organizando o trabajando directamente?
- Identifica cuál de tus roles domina y cuál está descuidado.
2. Define reglas claras para cada rol
- Establece un tiempo específico para que el emprendedor presente ideas, como reuniones mensuales para explorar nuevas oportunidades.
- Permite que el directivo evalúe las ideas y decida cuáles tienen sentido en función de los recursos.
- Da al técnico el espacio necesario para ejecutar sin interrupciones constantes.
3. Busca ayuda externa
- Si te cuesta equilibrar roles, considera delegar. Un buen gerente puede asumir las tareas directivas, liberando tu lado emprendedor.
- Si eres demasiado técnico, busca un socio con habilidades de liderazgo y visión empresarial.
4. Crea un sistema de comunicación interna
- Antes de implementar una idea, escribe un plan que responda a estas preguntas:
- ¿Cuál es el objetivo (rol del emprendedor)?
- ¿Qué recursos necesitamos y cómo lo organizaremos (rol del directivo)?
- ¿Qué tareas específicas se deben realizar (rol del técnico)?
- Antes de implementar una idea, escribe un plan que responda a estas preguntas:
5. Acepta que el equilibrio es dinámico
- No siempre podrás tener todos los roles en equilibrio perfecto. Lo importante es adaptarte a las necesidades del momento y ajustar tu enfoque según sea necesario.
Un Caso Real: Marta Encuentra el Equilibrio
Marta, nuestra panadera, estaba atrapada en su rol de técnica, trabajando largas horas para cumplir con los pedidos diarios. Después de implementar un sistema de gestión y contratar a un asistente para las tareas operativas, Marta pudo liberar tiempo para desarrollar nuevas recetas y planificar la expansión de su negocio. Este equilibrio entre roles le permitió crecer sin comprometer la calidad de su trabajo.
Conclusión: Construyendo Armonía Interna
Los conflictos entre el emprendedor, el directivo y el técnico son naturales, pero no insuperables. Al reconocer estas tensiones y trabajar activamente para resolverlas, puedes transformar tu negocio en una máquina bien equilibrada que avance hacia el éxito.
En nuestra próxima publicación, exploraremos estrategias para implementar sistemas que reduzcan estos conflictos y permitan que cada rol florezca en su máxima capacidad. ¡No te lo pierdas!
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